25/6/24

Viaje biográfico y musical

 


A la caza de un imposible

Viaje biográfico y musical

Arturo Meza. El último unicornio honra al hombre que le dio vida al rock nacional

Alejandro Baillet

 

Arturo Meza. El último unicornio (Ala Ediciones), libro biográfico, diccionario o enciclopedia del investigador, escritor y amante de la música Mario Alquicira, quien nos lleva en un viaje por la vida y obra del artista.

Libro que le llevó 6 años de arduo trabajo y cientos de horas de entrevistas, pláticas y desvelos. El texto sigue al compositor desde sus inicios en el rock progresivo nacional y en la experimentación con distintas agrupaciones, hasta algunos de sus más recientes trabajos sonoros. También detalla la pasión pictórica del guitarrista y revisa la producción literaria, que es abundante, del originario del Distrito Federal.

“Fue una tarea de documentar, investigar, sistematizar y clasificar toda la información. La carrera de Arturo, toda la trayectoria, la he venido siguiendo desde hace 30 años o un poco más. Entonces, cuando me di cuenta, ya tenía material suficiente como para hacer un libro”.

Alquicira está empapado de Meza, pero ¿por qué Arturo es tan especial para el autor? “Bueno, lo considero un artista fundamental en la historia del arte en México. No solamente del rock, un artista en toda la extensión de la palabra porque ha incursionado en muchos géneros musicales y de otras artes, como la pintura”.

“En música está lo instrumental y meto una faceta experimental, una vertiente de rock progresivo, en fin, es un músico muy abarcativo, completo, pero también ha hecho obra pictórica, poesía, narrativa… su obra es muy vasta y es inconmensurable. Para explicarlo mejor, se puede decir que es un genio, sin embargo, su personalidad tan esquiva y poco pública ocasiona que parezca que está un poco olvidado”.

“Prácticamente su núcleo es independiente, todo su arte es independiente, pero más allá es cierto que falta que lo descubra más gente, más mexicanos. Por eso me interesaba hacer esta obra biográfica, para hacerle justicia a su obra y darle la magnitud, la relevancia, que amerita. Traté de hacer una biografía a la altura de su obra que es magnífica y creo que se merecía una biografía a esa altura, a ese nivel considerando que él sigue creando, generando”, revela el autor.

Arturo Meza celebró 45 años de trayectoria en 2022, acompañado de muchos amigos con quienes ha tocado durante ese periodo.

Y tiene tanto material que para Alquicira no basta un tomo. “Sigue produciendo, o sea, el libro biográfico podría tener incluso un segundo volumen, considerando que la obra de él todavía continúa y es inalcanzable, mejor dicho, es incansable este hombre, por decirlo de alguna manera. Un poco en tono de broma solía decirle que todavía no acababa de leer todos sus libros cuando ya había escrito más, entonces tiene ese ritmo. Yo nunca lo iba a alcanzar, porque produce mucho, o sea, al año publica cuatro novelas”.

Meza se caracteriza por ser elusivo y huidizo, lo que dificultó en ocasiones la celeridad de un proceso, sin embargo, cada segundo que convivió Mario con Arturo lo aprovecharon al máximo.

“Justamente el prólogo que escribe David Cortés habla de eso, ‘a la caza de un imposible’, es como una cacería del unicornio que es un animal elusivo, huidizo, escurridizo y que es muy difícil de atrapar: incluso la leyenda cuenta que para conseguirlo había que poner a una doncella en medio del bosque como ofrenda para que el unicornio se acurrucara en su regazo y entonces ya los cazadores lo capturan, pues Arturo es fugitivo, siempre está viajando, es alguien que no está en un lugar fijo”.

“Es difícil encontrarlo y no es muy accesible, por ejemplo, no da muchas entrevistas. No es alguien a quien le gustan los reflectores y en ese sentido sí fue muy difícil, aunque afortunadamente está su obra. Claro que también es muy difícil de hallar y de conseguir, pero esa fue la tarea justamente, la de recopilar todo ese material e investigar al personaje a través de la obra”. Aunque tuve varios acercamientos directamente con él y tuve la fortuna de que revisara los manuscritos, los borradores, y los corrigiera de su puño y letra, además de que me hiciera algunas aportaciones”.

Cientos de páginas sobre la vida y obra del ícono del rock nacional, el precursor de géneros e inventor de instrumentos musicales. Además, en Arturo Meza. El último unicornio hay un recorrido en la historia del rock mexicano, sus intentos por salir de la clandestinidad y liberarse de la opresión de los gobiernos.

Escribir sobre Arturo Meza es una tarea complicada, Alquicira pretende rescatar una parte de la documentación de la historia del rock en México mediante testimonios. Es una ambiciosa iniciativa que recopila y difunde los archivos hemerográficos, fonográficos y fotográficos olvidados en relación con el artista.

“Arturo Meza no deja de ser un ser humano con contradicciones y con un lado oscuro también y tiene un lado muy luminoso. Él me dijo ‘no, no me admires tanto, porque no me conoces del todo. Si conocieras todo de mí, ya no me admirarías tanto’. Como todo ser humano tiene un lado luminoso y un lado oscuro, tiene contradicciones, pero es sublime”.

“Forma parte de una generación prodigiosa, o sea, fue una generación con la que le tocó convivir y él es un elemento catalizador de esa generación porque pudo contribuir y colaborar con muchos artistas también muy importantes, como Jorge Reyes, Carlos Alvarado, Walter Schmidt, que son también fundamentales y que él pudo converger y contribuir en muchas obras que quedaron para la posteridad, para la historia e incluso podríamos decir que Arturo es uno de los pilares más fuertes de lo que es el rock y la música en México”.

Meza prácticamente es el que empieza a catapultar lo que es la música independiente, le interesa mucho la autogestión y está un poco peleado con las instituciones.

“Desde muy temprano él se dio cuenta de que había que hacerlo de manera autónoma, por eso es por lo que fundó su sello discográfico que también se convirtió en su sello editorial. Entonces no estaba esperando subsidios o subvenciones ni patrocinios de nadie y lo hizo solo, a diferencia de otros que quizá estuvieron esperando que llegara algún apoyo, él lo generó y también siempre el poco dinero que tenía o que conseguía lo invertía en grabaciones, por eso dejó constancia de tanta producción musical”.

 

23/11/23

Fondo Documental José Agustín

 Primera biblioteca pública rockera en México




Federico Arana, Alejandro González Castillo, Mario Domínguez Alquicira, Federico Rubli, Rodrigo Farías, José Hernández Riwes Cruz, Rafael “Sr”. González, Tere Estrada, Hugo Serna, Fausto Arrellín, Merced Belén, Humberto Manduley.

Probablemente ustedes, como yo, los conocen; también espero que los hayan leído.

Hoy, los que entramos a esta biblioteca en forma de libros a formar parte del Fondo Documental que acertadamente lleva por nombre el de José Agustín, tenemos algo en común.

Más de una cosa diría yo.

Además de que nos gusta y nos apasiona el rock, nos parece importante conservar un poco de la memoria acerca del mismo, no importa si es anglosajón o local. Lo importante es plasmar el sentimiento, el amor, la admiración que esta música despertó en nosotros y que en un momento determinado de nuestras vidas nos llevó a tomar la pluma primero, ahora la computadora. para escribirla.

No creo que ninguno de los aquí reunidos en persona o libro, haya crecido en la adolescencia con la idea de convertirse en escritor. Fue el tiempo, la magia de la música, el hechizo de la misma el que nos llevó a la mayoría a los brazos de Euterpe y luego a coincidir en el Chopo, sitio fundamental para el crecimiento de la cultura rockera de este país.

Y no deja de ser significativo que la biblioteca que hoy alberga el Fondo Documental José Agustín, esté a un lado del Tianguis Cultural del Chopo, hoy declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México. Parafraseando a Augusto Monterroso podríamos afirmar: “Cuando la Biblioteca Vasconcelos se construyó, el Chopo ya estaba allí”.

Roberto Vázquez “Mamys”, Arturo Olvera, Raúl de la Rosa, Vicente Terán, Juan Jiménez, Jorge Velasco, Javier Hernández Chelico, Liliana García, Jaime Flores, Rafael Acosta, Jorge Cervera, Luis Kelly, David Moreno, Tere Chacon, Arturo Espinoza, Marco Antonio Brito. Ellos también son escritores y tampoco pensaban que algún día entrarían a formar parte de un Fondo Documental en una Biblioteca que, por otra parte, a partir de este momento se convierte en la única en contar con algo así.

Claro, en un país en donde la cultura es considerada esencial, cada una de las bibliotecas ha de comprar por lo menos un volumen. Desafortunadamente eso no pasa, lo cual viene a mostrarnos otra liga existente con el Tianguis del Chopo. La mayoría de estos libros han sido resultado de procesos autogestivos, sus autores han conseguido fondos o echado mano de su propio patrimonio para llevar a cabo esta empresa porque, con algunas honrosas excepciones, ninguna editorial ha dado adelanto a alguno de nosotros para escribir.

Tampoco importa; en realidad, como dicen los españoles, no la sudan.

Otra cosa que nos une a los aquí presentes y también me enorgullece y estoy seguro de que también les enorgullece a ellos, es que no hemos esperado que venga alguien a decirnos qué hacer. En el mejor espíritu del Do it yourself, lo hemos hecho porque sabemos de la necesidad por documentar uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la cultura mundial, porque el rock, aunque siempre se le está matando, es una fuerza imparable y hoy, me parece, a pesar de que no sólo se le está matando, sino que no forma parte de los intereses de la industria musical, se convierte nuevamente en un arma importante de la resistencia.

El capitalismo no se ha vuelto más agresivo y voraz que en épocas anteriores, sólo es más cínico, por tanto, este proceso de resistencia se hace más imperativo en la actualidad.

 

Escribir no es un acto egoísta ni fútil como muchos lo creen. Escribir es una forma de compartir vivencias, conocimientos, experiencias; pero escribir acerca del rock en México es imperativo; porque necesitamos documentar lo que está pasando en este país, no sólo como un acto de resistencia, sino como una manifestación artística, como la expresión cultural de una parte del pueblo que se ha gestado aquí desde 1956 cuando llegó como rock and roll a nuestro territorio.

Hay mucho trabajo por hacer, pero hoy estamos de plácemes porque sabemos que este trabajo estará aquí, esperando a esas mentes curiosas y deseosas por saber y conocer acerca de nuestro pasado para construir un mejor futuro… Lo deseamos todos.

Un agradecimiento profundo a Toño Pantoja que, nuevamente, hace una de las suyas.

También, por supuesto, a José Mariano Leyva, director de la Biblioteca Vasconcelos por acoger la idea y destinar un espacio para el Fondo Documental. No podemos pasar por alto la labor de Francisco Salvador Nava, subdirector de Servicios Bibliotecarios y a todo su equipo en general.

Para concluir, quiero hacerlo con una cita de Claudio Magris, escritor triestino que algo sabía de la batalla por la memoria, quien escribe en uno de sus hermosos ensayos: “Acaso una de las tareas que nos ha sido encomendada para realizar en la Tierra, sea la de luchar contra el olvido… La memoria no es nostalgia sentimental del pasado, sino un intento por salvar de la muerte al individuo, su valor y su significado”.

David Cortés

 

 

 


6/11/23

Podcast Radio UNAM


 

Podcast

31/octubre/2023

Primer Movimiento

Sección: Recomendación Literaria. El último unicornio. Biografía de Arturo Meza, libro del psicoanalista Mario Alquicira.

 

4/11/23

"Soy lo que pongo". Programador invitado: biógrafo Mario Alquicira

 Podcast Soy lo que pongo


“SOY LO QUE PONGO” – MARIO ALQUICIRA – PSICOANALISTA Y BIÓGRAFO DE ROCK MEXICANO

Radio UdeG Guadalajara
 

Presentación

Mi nombre es Mario Alquicira. Soy psicoanalista y Maestro en Filosofía Social. Desarrollo mi práctica clínica en la Ciudad de México y mi actividad docente en distintas universidades que imparten posgrado en el país; soy autor de diversos libros sobre psicoanálisis. He impartido conferencias y seminarios en México y Argentina. 
Publiqué en 2015 Los otros dioses ocultos  (perfil de Jarris Margalli), finalista de la tercera convocatoria para libro de no ficción del sello editorial De Otro Tipo. Soy especialmente conocido por El último unicornio, retrato sobre Arturo Meza (Ala Ediciones, Colección Rock para Leer, 2022) con detalles nunca antes revelados sobre este multifacético artista. Actualmente, preparo una suerte de bitácora de viaje del grupo capitalino Trolebús, en la que por primera ocasión, se muestran en su total desnudez. Basándome en documentos, archivos y entrevistas, propongo un exhaustivo recorrido mediante una de las más accidentadas travesías por los caminos y terracerías del rock mexicano.
Para el programa “Soy lo que pongo” hice una selección de los grupos y compositores que han sido mi banda sonora, cuyas letras y música hilvanan mi vida.     
No puedo recordar cómo empezó mi obsesión por Trolebús; se remonta casi tanto como para ser calificada de primer orgasmo. Pero hay una fecha específica que solemniza el asunto. Una tarde de verano de 1988, a la edad de once años, perdí mi virginidad auditiva con una frase de “Barata y descontón”. Estrictamente hablando, sólo perdí mi inocencia.
La industria radial y sus censores marcaron la canción, lo que la convirtió en algo totalmente provocativo.
1.- “Barata y descontón” – Trolebús / “Trolebús en sentido contrario” (1987)
Cuando logré escuchar el resto de las canciones, tras conseguir una copia de su disco, me familiaricé con la inconfundible voz del cantante José Luis Campos “Choluis”. Pero eso ocurrió más tarde, una vez que mi guía de patrulla Scout me acercó ese material, junto con una cinta con canciones de Choluis grabadas de manera casera. Un día descubro que el grupo se había disuelto. Paso los días y las noches soñando con su probable reencuentro. Pasan los meses y sigo soñando. Así pasa el tiempo, sin saber cuándo se hará realidad.
En horas en las que yo debía estar dormido, los domingos a las once de la noche, escuchaba el programa “Desde la redacción de la Banda Rockera” en Estéreo Joven (predecesora de Reactor 105.7 FM). Una vez, mientras violaba las restricciones horarias, llegué a escuchar la noticia de que Trolebús se había vuelto a integrar y que darían un concierto en la explanada de la Delegación Venustiano Carranza. Uno realmente nunca se imagina ni cómo ni cuándo se van a cumplir los sueños. El sueño de ver a mi grupo favorito en vivo se habría de cumplir con esa noticia.
Trolebús no me defraudó. Sin lugar a dudas, ver a ese grupo causó en mí una gran impresión.
2.- “Séptimo piso” – Trolebús / “Urbanicidio” (1992)
La primera vez que vi en vivo a Arturo Meza fue en marzo de 1992 en Villa de Las Flores, Coacalco, muy lejos de mi lugar de residencia (en la zona sur del entonces D.F.). Yo tenía escasos 15 años. Me impactó sobremanera escuchar el tema “Ayunando entre las ruinas”. Fue como una impronta.
3.- “Ayunando entre las ruinas” – Arturo Meza / “Ayunando entre las ruinas” (1988)
En 1989, había caído en mis manos un casete grabado que tenía, de un lado, Sin título y, del otro, 70 centavos. Aunque lo escuchaba con regularidad, no fue sino a partir de ese concierto en Villa de las Flores que empecé a interesarme por conseguir sus discos originales y seguirle la pista. La única manera de enterarse de sus presentaciones era acudir semanalmente al Tianguis Cultural del Chopo o estar pendiente de escuchar en sus conciertos el anuncio de los siguientes. Después, tuve la oportunidad de establecer trato directo con él y conocerlo más de cerca. Sin duda, su música y su poesía, constituyeron una influencia determinante en mi formación humana y en la consolidación de mi identidad.
4.- “Sin rostro” – Arturo Meza / “Sin título” (1986)
5.- “70 centavos” – Arturo Meza / “70 centavos” (1989)
Como hijo único, yo era un adolescente taciturno y aislado. Mis intereses distaban mucho de ser como los del común denominador. Mientras los chicos de mi edad se entusiasmaban por los grupos de rock en inglés, yo me sentía cada vez más atraído por el rock mexicano subterráneo que había conocido gracias a la estación de radio Espacio 59. Anhelaba convertirme en músico y comencé mis lecciones de guitarra con Jarris Margalli, auténtico veterano de la escena rockera mexicana, que acababa de grabar su segundo disco con Mistus, titulado precisamente Eternamente subterráneo.
En 1991, Mistus se reunió para grabar dicho álbum con todas las piezas en español. Entre los músicos invitados se encontraba Saúl Hernández de Caifanes, con quien Jarris grabaría en 1999 el disco doble Bajo el azul de tu misterio.
6.- “Diferentes colores” – Mistus / “Eternamente subterráneo” (1991)
Antes de tomar a alguien como alumno, Jarris tenía la sana costumbre de hacerle una entrevista. Una de las preguntas era la siguiente: “¿cuáles son tus principales influencias?”. En mi listado de bandas y solistas no había ninguno extranjero; eso llamó poderosamente su atención. Nuestro vínculo se reforzó cada vez más. Empezamos a prestarnos discos de rock mexicano y a acrecentar nuestras respectivas colecciones. Así nació la idea de publicar un fanzine llamado Con los pies sobre la tierra, una de cuyas secciones era la referente a algunos discos clásicos de rock mexicano subterráneo de diferentes épocas y estilos. En esa selección de la extensa lista de discos resaltaban 70 centavos, Requiem, Ayunando entre las ruinas, Para un compa y En el monte de los equinoccios, de Arturo Meza. Por eso, puede decirse que el antecedente directo del libro El último unicornio fue ese fanzine, cuyo primer y único número apareció en octubre de 1992.
7.- “Para un compa” – Arturo Meza / “Para un compa” (1990)
Las referencias a la mitología y sus simbolismos, que aparecen entretejidos en la obra de Meza, son muy abundantes y complejas. Meza construye un mundo mítico y fantástico al que llamamos meziano.
8.- “En el monte de los equinoccios” – Arturo Meza / “En el monte de los equinoccios” (1990)
Por su importancia dentro del ámbito rockero mexicano, se comentó en el fanzine la obra de grupos como Real de Catorce, 0.720 Aleación, Trolebús, Oxomaxoma, y se entrevistó a músicos como Eblen Macari, Germán Bringas, José Cruz y el propio Meza. Asimismo, se contó con la colaboración de personalidades como Arturo Huizar, quien cedió un poema inédito para su publicación.
9.- “Por piedad” – Arturo Huizar / “El emisario” (1988)
La presentación del fanzine se celebró con un concierto en el naciente foro de arte alternativo Jazzorca, el 20 de febrero de 1993. Dicho evento —que contó con la participación de Eblen Macari, Germán Bringas, El Túnel y Trolebús— marcó el inicio de las actividades en ese recinto. Para mayo de ese año, se había presentado ya el trabajo de artistas subterráneos como Arturo Meza, Oxomaxoma, Zol Negro, Rolando Chía, Raúl Tudón y Armando Velasco.
El sentido del recién inaugurado foro fue definido por el multiinstrumentista y propietario del mismo, Germán Bringas, como: “Un espacio para que los músicos puedan probarse ante el misterio de crear, sin disfraces, sin artimañas tecnológicas, sin apariencias publicitarias. Que también sea un reto para el público, para ver cómo anda su capacidad de asombro y de encuentro ante otro ser humano que simplemente va a cantar o a tocar”.
10.- “Caminatas” – Germán Bringas / “Tunel hacia ti”
Entrevisté a Meza por primera vez en 1992 en la casa donde vivía en la colonia Vértiz Narvarte, a propósito del fanzine ya mencionado. En esa época, estaba produciendo el casete doble A la siniestra del padre y terminando de escribir Ansina como endenantes, su primera novela. Muy amablemente me recibió y me concedió una hora de su valioso tiempo. En ese momento no imaginaba todavía que me convertiría en su biógrafo, sólo tenía la convicción de haber sostenido una conversación memorable.
11.- “El juglar se ha marchado del reino” – Arturo Meza / “A la siniestra del padre” (1992)
“El Nahual” es un tema escrito por Margalli a principios de 1979; en enero de 2001 hizo el primer demo con varias estrellas del rock mexicano, entre los que se encontraban Lalo Tex, Sergio Silva (Kerigma) y Ricardo Lassala (Ansia). La versión definitiva, que aparecería en su álbum Soul (2004), cantada a dueto con Arturo Meza, es menos grandilocuente, más rústica y jipiteca, en palabras de Jarris: más nahuatlaca-cósmica.
12.- “El nahual” – Jarris Margalli y Arturo Meza / “Soul” (2004)
En 2022 el músico, poeta, novelista y pintor Arturo Meza cumplió 45 años de carrera profesional, y las celebraciones y homenajes no se hicieron esperar. El 21 de mayo presentó el espectáculo denominado “Corazón florido” en el Teatro Metropólitan al lado de 20 músicos con los que ha colaborado a lo largo de su trayectoria, más una orquesta sinfónica, ofreciendo una selección de temas de sus más de 30 producciones fonográficas. Ese mismo día fue lanzado el libro biográfico Arturo Meza. El último unicornio.
13.- “El último unicornio” / Arturo Meza / “Nod” (2008)

"Arturo Meza. El último unicornio" en Milenio



Retrato de uno de los músicos mexicanos vivos más enigmáticos. No suele tener presencia mediática, ni hacer conciertos masivos, pero goza de un sitio importante en el mundo del rock nacional. Además de escritor, poeta y artista plástico, no se define a sí mismo como un músico sino como un mensajero que viene desnudo con historias desnudas del corazón del mundo. No es una estrella de rock a la manera tradicional y eso lo demuestra, con suficiencia, Alquicira.

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